Pues este año que ya se va, nos dio cosas como un mundialito en sudáfrica, con la consabida "decepción mexicana" y su "yameritismo" a ultranza; balaceras, abusos, e impunidad al por mayor; y los tan mentados festejos del bicentenario, que trajeron muchos misterios -y ya ni hablemos de a donde se fueron millones de pesos del erario con la excusa del "festejo"-. Uno de esos "misterios" que tanto dieron de que hablar, fue acerca de a que personalidad representaba el denominado "coloso": una estatuota que pusieron en la plancha del Zócalo en esas fechas; y como se supone que por definición un monumento se edifica a la memoria de alguien en particular muchos se preguntaron legítimamente a quién carajos representaba el tal coloso. El creador de esta monstruosidad contestó simplemente que "no representa a nadie"-valientes declaraciones de este artista tan claridoso y creador de lo sublime-. Las autoridades tampoco hicieron mucho por esclarecer la identidad de esta cosa. Pero ya pasadas las aguas fue muy claro para muchos: el autodenominado "Hijo del Papá" tenía su justo homenaje, a la altura de su mito. Canaca Coloso: We salute you!
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